Como el primer día
A sus casi 90 años, Betty evoca con nostalgia los tiempos en los que aún estaba con Enrique. La historia que los une transita por senderos de pasión, donde las cartas de amor pueblan su epistolario, y de dolor, en los que la enfermedad de él se manifiesta en toda su crudeza. Sin embargo, ella conserva en su memoria el pasado con ternura, como si fuese el primer día en el que sus miradas se encontraron.