La discusión de cómo se debe practicar la enseñanza es muy antigua y duradera, desde la Grecia antigua de Platón hasta cualquier aula de profesores hoy en día. Este artículo explora, investiga y compara el sistema educativo de Estados Unidos y de Finlandia en materia de métodos de enseñanza, inversiones, educación pública frente a privada y resultados en pruebas internacionales.

El programa PISA (programa internacional para la evaluación de estudiantes) “tiene por objeto evaluar hasta qué punto los alumnos cercanos al final de la educación obligatoria han adquirido algunos de los conocimientos y habilidades necesarios para la participación plena en la sociedad del saber” (OECD, 2018). Desde sus comienzos en el año 2000 el programa ha adquirido prestigio y hoy en día ya son consideradas estadísticas confiables a nivel internacional. Los resultados de los últimos años han dado material para nuevas discusiones e indagaciones, pues los países considerados como potencias mundiales no ocupan los primeros lugares en educación. Estados Unidos es un ejemplo. El país se encuentra apenas por encima del promedio en las pruebas PISA (como bien indica la figura 1). Esto es extraño ya que se espera que potencias mundiales como estas se sitúen en el podio de la mayoría de las estadísticas favorables.

Figura 1: desempeño de Estados Unidos en las pruebas PISA 2015 con respecto al resultado promedio. PISA 2015 Database (2018). Paris: OECD. Recuperado de https://www.compareyourcountry.org/pisa/country/USA?lg=es

Por otro lado, se pueden encontrar países que en general son considerados menos desarrollados con excelente desempeño, por ejemplo: Singapur, Taiwán y Finlandia, entre otros. El experto David Hogan concluye que en Singapur el sistema educativo tiene algunas bases institucionales, históricas y culturales que hacen que sea difícil tanto de exportar como de comparar con otros países de occidente. Por este motivo, un país occidental como Finlandia (que tiene resultados similares a Singapur en las pruebas PISA) es más adecuado para comparar con los Estados Unidos.

Figura 2: desempeño de Finlandia en las pruebas PISA 2015 con respecto al resultado promedio. PISA 2015 Database (2018). Paris: OECD. Recuperado de https://www.compareyourcountry.org/pisa/country/FIN?lg=en

La figura 2 demuestra la superioridad finlandesa en las pruebas PISA: no solo se trata de ser una potencia y generar riquezas, sino de cuánta importancia le da cada nación a la educación. Con el simple dato de cuánto porcentaje del PIB se destina a la educación pública, se puede saber si la educación es una prioridad o no. Según datos del Banco Mundial recabados en el 2014, Estados Unidos destina el 4,989% de su PIB a la educación mientras que Finlandia un 7,152%. La diferencia de inversión es uno de los posibles factores que hacen que Finlandia supere a Estados Unidos en las pruebas PISA, pero no es el único.

Otro factor que afecta los resultados es el debate entre educación pública y privada, pues PISA considera ambas. En Estados Unidos existe una competencia entre ambos modelos de educación. Los padres tienen ambas opciones disponibles y estas son diferentes, con distinto ambiente y formas de pensar, entre otros componentes. En cambio, dice Marek Kwiek, en Finlandia “el sector privado —como lo define el término de la oecd, «privado independiente»— no existe”. Esto genera que los niños de diferentes ambientes socioeconómicos acudan a la misma escuela. Como consecuencia los padres con un nivel adquisitivo más alto deben asegurarse de que la educación pública sea de muy buena calidad. En Estados Unidos una familia pudiente no debe preocuparse por la educación pública pues pueden acceder a la privada. Por otro lado, en su documental del 2015, Michael Moore nos muestra cómo  la gran mayoría de los colegios en Finlandia son igualmente buenos, en cambio en el país americano depende de muchos factores si es de calidad o no.

Una de las mayores diferencias entre estos dos sistemas educativos son las pruebas estandarizadas. Moore en su película entrevista a los profesores finlandeses y estos afirman que Estados Unidos debe dejar de evaluar a los alumnos con pruebas estandarizadas pues estas obligan a los profesores a enseñar a sus alumnos a cómo pasar la prueba; no necesariamente conocimiento acerca de la materia. Además de no aprender en base a pruebas estandarizadas, los alumnos finlandeses raramente tienen deberes. Por otro lado, la experta Maureen O’Shaughnessy, establece que Estados Unidos los niños de entre diez y once años realizan en promedio cincuenta minutos de deberes por día. Parecería que los alumnos finlandeses aprenden más estudiando menos. Estas diferencias son dos de las tres “paradojas de la educación finlandesa” establecidas por Pasi Sahlberg, quien señala como en el caso de Finlandia, a veces, se puede entender más la educación a través de las paradojas que utilizando la lógica. Estas paradojas se deben a la cultura pragmática arraigada que tiene la sociedad del país.

Modelos exportables
Después de analizar y comparar ambos sistemas educativos cabe la pregunta de si el sistema finlandés es exportable. ¿Pueden otros países copiar las políticas educativas, los programas, los horarios, la forma de enseñar y obtener los mismos resultados que en Finlandia? No hay una respuesta concreta para esto. Hay quienes comparten la postura del referente en el tema Richard Gerver, quien afirma que “los modelos educativos no son exportables. Cada país debe ser capaz de encontrar un sistema que le funcione y se adapte a su realidad”. Dicho de otra manera: es razonable pensar que es difícil que un país con más de trescientos millones de habitantes le copie el sistema educativo a uno con cinco millones (además de todas las diferencias socioculturales que existen). Sin embargo, la educación en Estados Unidos es una educación descentralizada en la que cada Estado establece sus propias políticas educativas. Muchos de estos Estados tienen una población similar a la de Finlandia. Sahlberg expresa que considerando estos factores de similar población entre Finlandia y muchos Estados, y la autonomía de estos, el sistema educativo finlandés debería ser relevante y podría ser interesante explorarlo e imitarlo. Vale la pena aclarar que estas dos visiones no son contradictorias; que un modelo no sea exportable en su totalidad no significa que no pueda aportar ideas a otros países.

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Bibliografía
Gasto público en educación, total (% del PIB) (2019). Washington DC: Banco Mundial. Recuperado de https://datos.bancomundial.org/indicador/SE.XPD.TOTL.GD.ZS?end=2015&locations=US-FI&start=2000
Hogan, David (2014). Why is Singapore’s school system so successful and is it a model for the West?. Boston: The Conversation. Recuperado de https://theconversation.com/why-is-singapores-school-system-so-successful-and-is-it-a-model-for-the-west-22917
Kwiek, Marek (2017). La desprivatización en la educación superior: un enfoque conceptual. Revista de la Educación Superior, (46), 1-26.
Moore, Michael. Moore, Michael. 2015. Where to invade next [Película]. Estados Unidos: IMG Films.
O’Shaughnessy, Maureen (2017). There is no homework in Finland. Seattle: LEAD Prep. Recuperado de https://lead-prep.org/2017/08/there-is-no-homework-in-finland/
PISA en español (2018). Paris: OECD. Recuperado de https://www.oecd.org/pisa/pisaenespaol.htm
Plato; Bloom, Allan (com.) (1991). The Republic of Plato. S.l.: Basic Books.
Richard Gerver: “Los deberes no benefician a los niños” (2015). Punt.edu, (31), 27-29.
Sahlberg, Pasi (2013). El cambio educativo en Finlandia: ¿Qué puede aprender el mundo?. Buenos Aires: Paidós.
Sahlberg, Pasi (2015). Finnish Lessons 2.0: What can the world learn from educational change in Finland?. Nueva York: Teachers College Press.