Horizontes desdibujados
Esta fotografía fue tomada en algún lugar remoto del interior de Uruguay. Junto a ella vengo a mezclar algunos mitos y a desmitificar otros.
Con el horizonte borrado y el cielo en cada rincón no hay más remedio que ponerse en el lugar de Narciso. Tengo la nueva teoría de que quizá el pobre hombre no era tan egocéntrico como todos le adjudicamos ser, sino que se perdió en la locura de una maldita línea desdibujada. Si existe algo tan certero como la muerte, eso es el horizonte. Imagínese levantar el rostro y encontrarse con un cielo tubiano en todas las direcciones. Yo a Narciso no lo culpo, yo también me tiro.
Ahora es donde mezclamos mitos. Qué tal si las sirenas podían cambiar de forma, y se transformaban en cielo de vez en cuando. Repito, yo a Narciso no lo culpo, yo también me tiro. Qué tal si Urano estaba fertilizando a Gea justo cuando Narciso acercó sus ojos. Facilitémosle la reputación y convengamos que existe la posibilidad de que Narciso no haya intentado besarse a sí mismo, sino que alguno de todos los mitos existentes se metió en el suyo.
Es evidente que yo a Narciso no lo culpo. Yo me tiro, y usted también.
Imposible elegir mi preferido
Atrapa y genera reflexión que enriquece, muy buena comunicadora.